Autos y lapidas, interesante combinación |
¿Qué te imaginas si te digo el nombre de una playa de la
Riviera Nayarit llamada “Playa los muertos”?
Yo imagine algunas historias extrañas, piratas, ataques, naufragios… pero me quede con que el nombre se le dio porque el lugar, la playa, fue donde encontraron o aparecieron algunos “muertos”, que además imagine ahogados productos de una tormenta terrible, mojados e irreconocibles.
Con esa idea a cuestas manejamos desde San Pancho (un pueblo donde estábamos parando) por la ruta 200 hacia el sur con sentido a Puerto Vallarta hasta la gasolinera Pemex que marca el ingreso al pueblo de Sayulita. Ahí doblamos a la derecha y comenzamos a recorrer sus calles y casas (muchas, estrechas, muy bonitas y decoradas) hasta llegar a un camino de tierra que ascendia y descendia varias veces por el medio del paisaje selvático y húmedo. Un pequeño cartel aquí, otro mas alla guiándonos para después de una curva bajar con el auto hasta un estacionamiento un tanto extraño. Un cementerio. Asi es… playa los muertos debe su nombre a algo mucho mas simple que mis historias, allí hay un cementerio. Acomodamos nuestro auto ,previo pago de los 100 pesos mexicanos de rigor, entre las lapidas y las tumbas, a la sombra de arboles gigantescos. Pense entonces que seria un cementerio antiguo, pero otra vez me equivoque. Sus tumbas estaban muy bien cuidadas, llenas de flores y dedicatorias. A unos pocos pasos la música sonaba fuerte, los puestos de comidas estaban ya cocinando y preparando sus ceviches, sus tacos y sus guacamoles. Mas alla las sombrillas y el mar.
Sin lugar a dudas la existencia de esta playa se debe a la particular relación que los mexicanos tienen culturalmente con la muerte, siempre presente y muchas veces desdramatizada.
Yo imagine algunas historias extrañas, piratas, ataques, naufragios… pero me quede con que el nombre se le dio porque el lugar, la playa, fue donde encontraron o aparecieron algunos “muertos”, que además imagine ahogados productos de una tormenta terrible, mojados e irreconocibles.
Con esa idea a cuestas manejamos desde San Pancho (un pueblo donde estábamos parando) por la ruta 200 hacia el sur con sentido a Puerto Vallarta hasta la gasolinera Pemex que marca el ingreso al pueblo de Sayulita. Ahí doblamos a la derecha y comenzamos a recorrer sus calles y casas (muchas, estrechas, muy bonitas y decoradas) hasta llegar a un camino de tierra que ascendia y descendia varias veces por el medio del paisaje selvático y húmedo. Un pequeño cartel aquí, otro mas alla guiándonos para después de una curva bajar con el auto hasta un estacionamiento un tanto extraño. Un cementerio. Asi es… playa los muertos debe su nombre a algo mucho mas simple que mis historias, allí hay un cementerio. Acomodamos nuestro auto ,previo pago de los 100 pesos mexicanos de rigor, entre las lapidas y las tumbas, a la sombra de arboles gigantescos. Pense entonces que seria un cementerio antiguo, pero otra vez me equivoque. Sus tumbas estaban muy bien cuidadas, llenas de flores y dedicatorias. A unos pocos pasos la música sonaba fuerte, los puestos de comidas estaban ya cocinando y preparando sus ceviches, sus tacos y sus guacamoles. Mas alla las sombrillas y el mar.
Sin lugar a dudas la existencia de esta playa se debe a la particular relación que los mexicanos tienen culturalmente con la muerte, siempre presente y muchas veces desdramatizada.
Bajamos del auto y caminamos hasta llegar a la arena, era sábado
asi es que estaba bastante poblada, con algo de turistas como nosotros pero con
muchos locales también. Encontramos nuestro espacio al costado de las
sombrillas con mesas y sillas plásticas que pertenecen a los improvisasdos
puesteros y donde es requerido consumir para estar. Al modo de los muy
americanizados “food runners” hay un sinnúmero de hombres y mujeres recorriendo
la playa que ofrecen, venden y traen bebidas o comidas de sus puestos
independientes. El sistema esta bueno, no es caro y tampoco es molesto. Todo es
muy fresco y como siempre se ofrece con gran amabilidad.
La playa no es muy grande, arena dorada, agua verdosa y cálida
que se abre entre dos grandes promontorios de piedras rodeados de plantas, árboles
y palmeras. El agua es transparente, aunque por la cantidad de gente los
primeros metros no lo eran.
Playa los muertos es uno de los lugares que recomiendo para
pasar la tarde o parte del dia, aprovechando el mar y también porque no viendo
el atardecer que es tan impactante en este lado de Nayarit.
Anmarcada por selva y peñascos |
Un paisaje particular |
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