USHUAIA
Si mayo es un mes “celeste y blanco”, Ushuaia es un símbolo
de Argentina. Al sur, bien al sur del país está la ciudad que “hay” que
conocer. Es una obligación con el “ser nacional” pero más que nada es una
obligación con los sentidos. Ushuaia es diferente
a todo, no es parecida a ningún otro lugar del sur del país y es
definitivamente distinta a cualquier otro lugar del mundo.
Ushuaia está rodeada de agua, nieve durante buena parte del
año, bosques increíbles y montañas mágicas, pero sobre todo agua. Es imposible
imaginar esta Ciudad sin el mar y es inevitable embarcarse en un paseo por el
Canal de Beagle. Recorriendo la Isla de los Pajaros, la Isla de los Lobos y el
llamado “faro del fin del mundo”
La gastronomía es uno de los puntos fuertes de Ushuaia,
combinando la riqueza del mar con las delicias de las estancias locales, es
casi imposible probar todo aunque hay que intentarlo.
Para comer Centolla (una de las especialidades de la zona)
uno de los lugares por excelencia es Tia Elvira, un pequeño restaurante, muy
pintoresco, a una cuadra y media del Museo del Fin del Mundo, frente al Canal
de Beagle. Una mesa contra la ventana, el sol apoyándose en el mar, la centolla
esperando en el plato.
Uno de los restaurantes más interesantes del lugar es Kuar.
En un ambiente que mezcla maderas de lenga y piedras volcánicas, un fogón
protagonistas y enormes ventanales que miran al mar mimarse con un cordero
braseado o un lomo a la cerveza negra es casi inevitable.
EL Glaciar Martial está sobre la Ciudad prácticamente,
subiendo hasta los 1000 metros S.N.M. Es un paseo obligado por las vistas que
se tienen en el ascenso y porque hay infinidad de actividades para practicar,
tanto en épocas invernales como otras más templadas.
El Martial también es famoso por sus casas de Té. Así que
nada mejor para terminar una tarde que pasar por La Cabaña. Un espacio de
cabañas de madera, ambiente y vajilla rococó, aromas intensos, pastelería de
primera y mucho para probar disfrutar.
Un plan distinto es desviarse de los centros invernales
clásicos para llegar al “valle de los Huskies” o el “valle de los lobos” en el
centro invernal “tierra Mayor”. Allí se puede conocer e interactuar con los
famosos perros huskies y también (con un curso de 1 hora) hacer paseos en
trineos tirados por ellos… ¡conduciendo uno mismo!
Un paseo que no hay que perderse es manejar por la ruta 3
para después desviarse en un camino que baja hacia Puerto Almanza sobre el
Canal del Beagle en un paisaje desolado pero cautivador. La cita allí es con La
Sirena y El Capitán, un pequeñísimo restaurante sobre la calle que separa el
mar de las pocas casas del lugar. Platos fresquísimos, atendido por sus dueños,
paisajes únicos y no te pierdas la oportunidad de poner a sonar alguno de los
discos de pasta que tienen.
En el centro de la ciudad hay un bar, restaurante que tiene
más de 100 años. EL Almacén de Ramos Generales es como su nombre lo indica, o
más bien fue, el lugar de aprovisionamiento de la ciudad. Hoy es un hermoso
lugar donde almorzar, tomar un café o un chocolate caliente o cenar uno de sus
exquisitos platos rodeado del ambiente de principios de siglo.
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