Finalmente, afortunadamente.
Hacia mucho tiempo, montones de fotos, cientos de comentarios y miles de sueños que me prometía conocer Los Roques.
Finalmente, afortunadamente, pude combinar las opciones, hacer coincidir las posibilidades y cumplir la promesa que me había hecho hacia tanto tiempo. Ahora estaba en paz conmigo.
Hacia mucho tiempo, montones de fotos, cientos de comentarios y miles de sueños que me prometía conocer Los Roques.
Finalmente, afortunadamente, pude combinar las opciones, hacer coincidir las posibilidades y cumplir la promesa que me había hecho hacia tanto tiempo. Ahora estaba en paz conmigo.
Aeropuerto de Maiquetia, Caracas, Venezuela. A todos los
espacios del edificio les sobra gente. Demasiados pasajeros, demasiados vuelos,
demasiado tiempo y la costumbre venezolana de exagerarlo todo (pero esa es otra
historia).
Chapi Air tiene solo dos pequeños aviones y junto con Tiara Air son el único contacto posible con Los Roques, al menos para los turistas. En la pista el avión es minúsculo, diminuto. Parado junto a el, listo para abordarlo también. El pequeño trimotor tiene solo 11 plazas y dos tripulantes pero nos recibe y nos acoge en pequeños asientos dobles como si estuviéramos por abordar un submarino de juguete. Los motores se encienden y todo parece acabar en un festival de ruidos y vibraciones pero contrariamente a las leyes que dictan las apariencias el avioncito se eleva y deja la ciudad abajo primero y atrás después, el mar se acomoda debajo y todo parece funcionar.
Chapi Air tiene solo dos pequeños aviones y junto con Tiara Air son el único contacto posible con Los Roques, al menos para los turistas. En la pista el avión es minúsculo, diminuto. Parado junto a el, listo para abordarlo también. El pequeño trimotor tiene solo 11 plazas y dos tripulantes pero nos recibe y nos acoge en pequeños asientos dobles como si estuviéramos por abordar un submarino de juguete. Los motores se encienden y todo parece acabar en un festival de ruidos y vibraciones pero contrariamente a las leyes que dictan las apariencias el avioncito se eleva y deja la ciudad abajo primero y atrás después, el mar se acomoda debajo y todo parece funcionar.
Los Roques es un archipiélago venezolano de islas en el mar
Caribe. Son más de 40 islas y cientos de cayos protegidos por una enorme
barrera de coral de más de 36 km de largo formando todo un enorme parque
nacional y eso es muy importante porque esa definición se nota en el cuidado
que la gente tiene por su entorno, en la dedicación y control que el gobierno
pone también, muy diferente a las formas en que se maneja en otras partes del
país. Los Roques son una meca turística para Europeos y sobre todo para gente
ya lo ha visto (o cree haberlo visto) todo en materia de playas y mares.
Solo el mar explica Los Roques, solo ese Caribe disfrazado
de cristal caleidoscópico, turquesa, verde, azul, blanco, celeste hasta el
paroxismo de los colores. Los sueños nunca son tan poderosos, no pueden
competir.
El Gran Roque es la isla a la cual se llega desde el
continente. Descendemos en el aeropuerto (una pista de cemento entre el mar y
una laguna acompañada de dos contenedores que ofician de oficinas de
migraciones y parques nacionales respectivamente). Las posadas, la gran mayoría
de las casas, restaurantes, negocios y toda la actividad “civilizada” de las
islas se juega ahí. EL pueblo tiene 1300 habitantes estables sin mucho lugar
para extranjeros o aventureros, ellos han encontrado un equilibrio que les
permite vivir bien dependiendo y sirviendo al turismo sin sobre explotar el
paisaje. Cuando bajamos del avión e hicimos los trámites de mostrar
documentación y pagar el ingreso al parque pusimos nuestro equipaje en los
carros de los maleteros que nos estaban esperando. En Gran Roque no hay autos
ni transporte a motor, no tiene ningún sentido. EL camión que recoge la basura
y el de algún distribuidor de garrafas son la excepción y después del segundo día
uno los ve como si fueran naves de otro planeta. Caminamos hacia la posada. Las
calles se mueven entre las casas y posadas, dejando a todos espacio para
caminar, muchas veces son angostas y con recorridos antojadizos.
Llegar a Los Roques no siempre es fácil, es un lugar muy
pequeño (y que quiere y ojala pueda seguir siendo así siempre), bastante
informal en la mayoría de los casos
cuando se trata de hacer reservas o contratar alojamiento y con accesos
limitados como ya comente, así que aventurarse a llegar sin nada preparado es
casi una locura, aunque son pocas las posadas (sobre todo las mas chicas) que
se manejan más o menos coherentemente. En muchos casos hay que insistir
bastante para conseguir un precio concreto y que se mantenga congelado, que nos
confirmen los lugares y que nos cobren para confirmar, además de que esa operación
debe ir de la mano con los pasajes aéreos. Por eso la mayoría de las posadas se
ocupan de ambas cosas. Tanta decidía parecería demostrar que no les interese
realmente que la gente los contrate, puesto a pensar y tratar de encontrar un
porque, podría suponer que se debe a que siempre faltan lugares o tal vez a
que…no les importa. Piano y Papaya, la posada en que estuvimos, es una de las
posadas más profesionales de la isla y por eso la elegimos, uno se da cuenta
con solo tratar con dos o tres de las otras que en Piano y Papaya tanto
Alejandro (su dueño) como África (su encargada) se lo toman en serio. La posada
es pequeña, muy bonita, entre paredes blancas y frondosas plantas. 8
habitaciones con aire acondicionado, sin lujos pero con todo lo necesario y un
muy buen gusto en la decoración. Calidad, comodidad, limpieza y sobre todo
cordialidad.
Acomodamos nuestras cosas y como ya era tarde para ir a la playa (aunque estábamos a 30 metros del mar y la playa también es hermosa en general nadie se baña en el Gran Roque) no quedo otra alternativa que salir a recorrer y conocer.
Acomodamos nuestras cosas y como ya era tarde para ir a la playa (aunque estábamos a 30 metros del mar y la playa también es hermosa en general nadie se baña en el Gran Roque) no quedo otra alternativa que salir a recorrer y conocer.
Un nuevo día
En Los Roques las actividades se repiten día a día, aunque en realidad los destinos varíen. Las playas de Gran Roque están repletas de lanchas que hacen servicios de traslado, se le puede pedir a la gente de la posada que averigue precios y condiciones o lo puede hacer uno mismo. Es una buena idea hacer ambas cosas porque las Posadas suelen tener comisiones sobre estos viajes, algunas lo sacan del precio que cobra la lancha y otras lo agregan, también es cierto que si somos un grupo de 6 o más personas podemos conseguir mejores precios y que cuando el que “contrata” es la posada hay menos espacio para la informalidad. Las lanchas en general se dividen en dos grupos. Por un lado las que hacen servicios tipo “taxi” llevando la gente a los cayos más cercanos y volviendo a buscarlos por la tarde y por otro lado las que ofrecen paseos completos hacia las islas más lejanas en paseos que duran 7 u 8 horas. En todos los casos la tarifa incluye el traslado y el armado y desarmado de sombrillas y sillas (que proveen ellos mismos) en la playa de destino. Algo muy importante y que también se debe tener en cuenta es que en la gran mayoría de las islas no hay agua dulce ni lugares donde comer o comprar comida así que las posadas ofrecen por una suma extra las famosas “cavas” esto es una heladera plástica donde te ponen comida para el día (generalmente frutas, sándwiches rellenos o algo similar) y otra heladera con bebidas (aguas, gaseosas, cervezas si se piden, jugos naturales, etc.) y hielo. Es importante otra vez averiguar costos porque las posadas pueden ofrecernos “cavas” por 400 bolívares por persona pero quizás armarse unos buenos sándwiches de jamón y queso pueden significar menos de la mitad. En el pueblo hay muchos negocios donde comprar comida y una muy buena panadería que hace los sándwiches a pedido de un día para el otro. Entonces todos los días como a eso de las 9 de la mañana se sale al mar y se navega sobre aguas increíbles hasta la isla que uno haya elegido para visitar. En Gran Roque hay muchas opciones para cenar. Desde la pizzería de la plaza donde se puede comer una buena pizza por 100 bolivares hasta posadas con restaurante como EL Canto de la Ballena que ofrecen menues fijos gourmet por entre 800 y 1000 bolivares por persona. Un lugar que no pueden dejar de conocer y disfrutar, para cenar o tomar algo por la noche es Aquarena. Una pequeña posada que abre sus puertas y sus mesas sobre la arena por la noche ofreciendo muy buen sushi y muchos otros platos más simples pero igualmente sabrosos. Imposible perdérselo!
En Los Roques las actividades se repiten día a día, aunque en realidad los destinos varíen. Las playas de Gran Roque están repletas de lanchas que hacen servicios de traslado, se le puede pedir a la gente de la posada que averigue precios y condiciones o lo puede hacer uno mismo. Es una buena idea hacer ambas cosas porque las Posadas suelen tener comisiones sobre estos viajes, algunas lo sacan del precio que cobra la lancha y otras lo agregan, también es cierto que si somos un grupo de 6 o más personas podemos conseguir mejores precios y que cuando el que “contrata” es la posada hay menos espacio para la informalidad. Las lanchas en general se dividen en dos grupos. Por un lado las que hacen servicios tipo “taxi” llevando la gente a los cayos más cercanos y volviendo a buscarlos por la tarde y por otro lado las que ofrecen paseos completos hacia las islas más lejanas en paseos que duran 7 u 8 horas. En todos los casos la tarifa incluye el traslado y el armado y desarmado de sombrillas y sillas (que proveen ellos mismos) en la playa de destino. Algo muy importante y que también se debe tener en cuenta es que en la gran mayoría de las islas no hay agua dulce ni lugares donde comer o comprar comida así que las posadas ofrecen por una suma extra las famosas “cavas” esto es una heladera plástica donde te ponen comida para el día (generalmente frutas, sándwiches rellenos o algo similar) y otra heladera con bebidas (aguas, gaseosas, cervezas si se piden, jugos naturales, etc.) y hielo. Es importante otra vez averiguar costos porque las posadas pueden ofrecernos “cavas” por 400 bolívares por persona pero quizás armarse unos buenos sándwiches de jamón y queso pueden significar menos de la mitad. En el pueblo hay muchos negocios donde comprar comida y una muy buena panadería que hace los sándwiches a pedido de un día para el otro. Entonces todos los días como a eso de las 9 de la mañana se sale al mar y se navega sobre aguas increíbles hasta la isla que uno haya elegido para visitar. En Gran Roque hay muchas opciones para cenar. Desde la pizzería de la plaza donde se puede comer una buena pizza por 100 bolivares hasta posadas con restaurante como EL Canto de la Ballena que ofrecen menues fijos gourmet por entre 800 y 1000 bolivares por persona. Un lugar que no pueden dejar de conocer y disfrutar, para cenar o tomar algo por la noche es Aquarena. Una pequeña posada que abre sus puertas y sus mesas sobre la arena por la noche ofreciendo muy buen sushi y muchos otros platos más simples pero igualmente sabrosos. Imposible perdérselo!
Allá vamos
Sarqui: Este pequeño cayo esta a una hora de lancha desde
Gran Roque y generalmente el paseo hasta allá comprende un paso previo por
Noronqui ( a donde vimos tortugas nadando libremente y en donde nos lanzamos
todos al mar para tratar de alcanzarlas). Sarqui es verdaderamente hermoso, una larga
lengua de arena finísima y blanca como nieve acariciada por el mar turquesa. En
la isla viven algunos pescadores, muy pocos por cierto, solo dos casas. Una de
esas familias da de comer en su propia galería frente al mar la pesca del día,
langosta, pescado frito, arroz y ceviche fresquísimo, un verdadero y único
manjar, a veces es posible comer el famoso y prohibido “botuto”, el animal del
caracol marino que tiene prohibida su captura por el hecho mismo de estar en un
parque nacional. La familia es muy simple y amable brindando todo lo que tienen
para que uno tenga un almuerzo que recordara para siempre.
Francisqui
Dividido en tres cayos: Francisquí Arriba,
Francisquí Medio y Francisquí Abajo son los más visitados porque están a
solo 10 minutos de Gran Roque. Tiene playas de arena blanca, hermosas y
calidas. En la parte sur de Francisquí Medio el mar tiene un fondo
completamente plano y casi sin olas, que queda evidenciado aun mas. En la parte
este de la isla está La Piscina, una laguna natural de unos 6 metros de
profundidad con fondo arenoso, ideal para el buceo. Es un lugar muy frecuentado
por yates y veleros y sobre todo por quienes practican Kitesurf. En Francisquí
Medio enfrentando la parte baja y extensa de playa podemos comer bien rico en
el restaurante Casamarina, mirando el mar y los pelicanos disfrutando de la
brisa fresca a la sombra. Los platos varian de precio entre los 200 y 300
bolivares, dependiendo de si tienen mariscos, pescados, etc.
Madrisqui
Este cayo esta a solo 5 minutos de Gran Roque y “de paso” a
Francisqui., Madrisquí es uno de los pocos cayos que tiene casas privadas, que
fueron construidas antes de que Los Roques fuera declarado parque
nacional. En su lado oeste se encuentra una zona con aguas cálidas y
tranquilas.
Crasqui
A unos 20 minutos de Gran Roque llegamos a Crasqui, Esta
isla es particular y redundantemente hermosa, las playas son extensas y el agua
tiene colores como nunca viste. Es una isla relativamente grande, donde hay
algunas construcciones sin terminar de lo que alguna vez iba a ser un hotel y
quedo trunco por la declaración de Parque Nacional del archipiélago. Hay un par
de restaurantes muy rústicos pero lindos donde comer. La mecánica en todos es
la misma, Cuando se llega al cayo se consulta que tienen para almorzar ese día
y con la “oferta” de cada uno a mano se elige y avisa a que hora queremos
almorzar, luego simplemente hay que llegarse al restaurante a la hora señalada.
Recomiendo almorzar en Rancho Don Lipe que es muy muy pintoresco. Una
parrillada de mariscos ronda los 700 bolívares.
Cayo de agua
Sin lugar a dudas el cayo
más hermoso del archipiélago. En realidad este cayo son dos cayos unidos por
una lengua de arena que brinda un paisaje muy particular. Cayo de agua es un lugar
especial por sus aguas cristalinas de profundos tonos azules y turquesa, su
fina arena blanca que cubre todo el islote, en un paisaje único a nivel
mundial. La fauna es muy diversa, tanto de aves marinas, peces, estrellas de
mar, y corales. Aquí no hay ningún tipo de infraestructura.
Dos mosquises
Como su nombre lo indica son dos
cayos que mas allá de ser bonitos y lindos incluso para pasar un buen rato al
sol tienen como atractivo la Estación de Biología Marina, dependiente de la
Función Científica Los Roques, donde se crían en cautiverio de las cuatro
especies de tortugas que habitan en el archipiélago: tortuga cardón, carey,
cabezona y verde. La visita a la estación es parte de todos los paseos que
pasan por el lugar camino a otro cayos como parte de un trabajo de divulgación
y concientización.
Muy próximo a Noronqui hay una
laguna de manglares donde se forma un espacio
de aguas muy tranquilas y transparentes donde parece que el cielo
estuviera dado vuelta. El fondo arenoso y blanco está literalmente tapizado de
enormes y hermosas estrella de mar. Se puede hacer snorquel con ellas, tocarlas
y sacarlas del agua, solo un instante porque el aire las seca y mueren. Cuidado
al bajarse de la lancha porque el lugar tiene también, debido a las estrellas
de mar, muchos erizos.
Hay muchos cayos más para visitar
y conocer, impresionantes lugares de buceo para experimentar (pero esa es otra
historia). Los Roques es una experiencia fascinante en sí misma, una aventura
cautivante, un sueño hecho realidad y en mi caso una promesa cumplida que tengo
que repetir.
Datos extra:
La terminación “qui” proviene
(según cuentan en Los Roques) de los primeros navegantes holandeses que
estuvieron en la zona que denominaban key=cayo a cada uno de los islotes e
islas. Con el tiempo y el uso esa palabra se fue deformando y uniéndose al
nombre del cayo mismo.
Los precios en Los Roques son
altos para los turistas y muy altos para los venezolanos. Hay gran variedad de
precios pero el secreto para hacerlo accesible esta en llevar dólares billete.
El cambio paralelo en Venezuela tiene una diferencia gigante con el oficial lo
que hace que tal vez algo que pagas 100 dolares con tarjeta si tenes efectivo
te cueste 13 o 14. Una lancha por el día completo para 8 o 9 personas tiene un
costo de 3500 bolívares aproximadamente, el sushi ronda los 600 bolívares, una
hamburguesa 350. Hay muchas opciones y no hay que preocuparse por eso. NO
conviene comprar el alojamiento con pension completa, es un gasto de dinero
inútil.
Comentarios
Publicar un comentario